
Este constante cúmulo de estímulos estresantes, hace que el adulto en
general se sienta incapaz de controlar una situación determinada, impactando su
desempeño laboral, su relación social, familiar y además, tanto su salud física
como emocional. De esta manera, esos seres cargan inconscientemente con sus
miedos, angustias y frustraciones. Esto ha sido determinado por la ciencia como
Síndrome de Burnout. Este flagelo es un trastorno de orden psicológico que
afecta y altera la capacidad laboral de las personas.
Se ha determinado que alguna de los rasgos de la personalidad, pueden
llevar más fácilmente a una persona a desarrollar este síndrome. Estas
características son: perfeccionismo, supresión de sentimientos, dificultades
para negarse ante la demanda excesiva, sentimiento de ser poco responsable y
eficaz, dificultades para tomar vacaciones, baja autoestima, personalidad
obsesivo-compulsiva e incapacidad para contar sus problemas personales.
Los factores reportados que predisponen al síndrome son variados: la
inadecuada formación profesional, por ejemplo excesivos conocimientos teóricos
acompañado de escaso entrenamiento en actividades prácticas; falta de
aprendizaje de técnicas de autocontrol emocional; la obsesión de ser un
profesional de prestigio buscando una alta consideración social y familiar, y ventajas
económicas; cambios significativos de la vida, como muerte de familiares,
matrimonio, divorcios, nacimiento de hijos, condiciones deficitarias en cuanto
al medio físico, entorno humano, organización laboral, bajos salarios,
sobrecarga de trabajo y escaso trabajo real en equipo.
¿Te identificas con algunas de estas características?
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